lunes, 30 de julio de 2012

DE PRINCIPIO A FIN


La vida de un chiquillo, que su padre, El Viejo Pescador,
comenzó a introducirlo en la Naturaleza a partir de los cuatro años.

MIS PRINCIPIOS EN BLANCO Y NEGRO
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TODA PANTALLA
Mi padre  era un pescador tosco, pero con muchos años de oficio. Aguantaba a pie
 de río, caña de bambú en mano, durante horas como un jabato, hasta lograr las capturas 
convenientes. En mi casa nunca faltó un plato de peces escabechados. En esta
fotografía pescaba en la zona truchera del Tormes en el año 1960.

Desde muy pequeño me aficioné a todo lo relacionado con el río
y la Naturaleza, y mamé, poco a poco, los conocimientos de mi primer
maestro.
 Desde bien chico me gustó esta actividad y disfrutaba pescando
sardas (rubias) en La Rivera de Cañedo, a la altura de San Cristóbal del Monte,
(Topas), maravilloso lugar donde mi padre vivió hasta los 23 años.
Los Ruiseñores adornaban con sus hermosos trinos toda la rivera, poblada de espinos,
fresnos, sauces y encinas.
En aquella época, en El  Cañedo pescábamos los cangrejos autóctonos más
exquisitos de todos los arroyos de la provincia salmantina.
La Comadreja (doronsilla que llamaba mi padre), era muy común en aquel paraje.
Preciosas y exquisitas tencas.
Por entonces, el agua era abundante en los arroyos y de buena calidad.
 La fauna piscícola se reproducía  con normalidad. 

Mi hermano Goyo, mayor que yo, ya era muy fino pescando con todo tipo
de cebos naturales, y se dedicaba con éxito a barbos, carpas y truchas mientras yo me
 distraía tirando cantazos a ranas y a pájaros. El fue mi segundo maestro. 
 Por supuesto, en toda aquella zona, había cantidad de rápidas y hermosas liebres.
El Viejo Pescador, un servidor con 13 años, mi cuñada Margarita y mi querida,
joven y guapa madre, a orillas del arroyo, preparando un exquisito arroz con cangrejos.
 
Cuando me cansaba de pescar, me dedicaba a buscar nidos de Urraca.
... o de Ruiseñor, Pardillo,  Alondra, Paloma Torcaz, Mirlo, Arrendajo...
 El Viejo pescador me enseñó, desde niño, a respetarlos. Mi padre sentía un tremendo
respeto por el campo, el río y cuantos animales lo pueblan.
Aunque mi padre y mi hermano con frecuencia pescaban en el Tormes,
a mí me quedaba el río un poco grande y, a pesar de llevarme con ellos muchas veces,
  poco o nada era lo que pescaba.
El Viejo Pescador  en la Presa de Santa Teresa
  con mi primo Ramiro (con corbata...), decíamos en mi casa,
pescador con corbata, chundarata, chundarata.
Mi padre, al regreso de una jornada de pesca, con sus cañas de bambú, unos carretes
 antiquísimos y sus nietas gallegas Perla, Yolanda y Coral.
Fue años después, ya adulto, cuando volví de Vigo donde residí
unos años, cuando comencé a pescar la maravillosa
Trucha Común del Tormes.
 
 

PRIMER CONTACTO CON LOS SALMÓNIDOS
Por 1967 comienzo a pescar alguna truchita en las zonas libres entre Cotos,
 viajando siempre en tren, mi padre era ferroviario y sin
coche en la familia.
Nunca olvidaré la primera vez que pesqué una trucha. Fue al pié mismo de
la Tablilla de Coto de Galisancho, junto a la actual Piscifactoría de Encinas de Arriba,
 que entonces no existía, como tampoco existían las truchas Arco Iris en nuestro río.
Mi padre y mi hermano, aguantaban las truchas mucho mejor que yo,
y capturaban muchas y más grandes que un servidor.
 
Aunque pequeñas, eran auténticas truchas comunes.
Y pocos años después, también "Arcoíris", de ración, por supuesto.
En esa época, en ocasiones, pescaba "gallegos", bogas y barbos en el
precioso Río Alagón.
 
 
Las golondrinas vienen todos los años con la apertura de la temporada truchera.
Al llegar, hacen escala unos días en el río para refrescarse, descansar y alimentase, antes
de anidar bajo las cornisas de los edificios de toda la provincia salmantina.
 Estos poéticos pajarillos se marchan poco después de que la temporada truchera termine.
Golondrinas agrupándose para iniciar el viaje de regreso a sus
zonas de invierno. Ellas han puesto colorido a la primaver.

MI PRIMER TRUCHÓN
En Abril de 1979 llegó el día tan esperado en que conseguí
mi primer Trucha de 3 kilos.
Tanto fue mi entusiasmo, que lo conté de pe a pa en un artículo para "EL ADELANTO".

Después de pasada por el Horno, la saboreó toda la familia...
Con anterioridad, en 1976, había pescado una  especie de "trucha rara" de kilo
y medio en la zona de Huerta, que mi hermano decía que era un
"Salmón del Danubio"...?
No le di mucha importancia. Me encontraba loco por las truchas y empecé a
 pescarlas grandes con cierta facilidad y regularidad. Yo sabía
que no era un gran pescador, pero tenía mucho amor propio, sobradas facultades
físicas y tiempo para aprender...
Fotos que, posteriormente, aproveché para ilustrar algunos
artículos de pesca.
En mi época intensa de pescador, que se prolongó durante más de
30 años... pescaba, invariablemente, tres días por semana: Lunes, Miércoles
y Viernes, y algún Sábado o domingo para acompañar a mi hermano, ya que su trabajo
le impedía pescar los días laborables.
Preciosos truchones como estos comenzaron a sucumbir con cierta facilidad,
a base de madrugones, ingenio y mucho esfuerzo.
Llegó un momento en que dejé de utilizar costera. Ni los huchos ni
las truchas que pescaba, entraban en ella.

Las truchas Arco Iris nunca me hicieron tanta ilusión, pero debo de
reconocer que, siendo de buen tamaño,  su pesca resulta muy emocionante por su
 valentía en la lucha.
El visón americano aún no había colonizado nuestro río...
...por tanto desconocía el placer de los ricos peces del Tormes y el de las
hermosas truchas que lo habitan.

DEL COMO, CUANDO Y POR QUÉ ESTÁN LOS
HUCHOS EN EL TORMES SALMANTINO
Todo esto se llevó a cabo en el más absoluto de los secretos, razón por
la que muy pocos pescadores conocían la existencia del salmónido.
 
 
 

El entonces desconocido y tímido Salmón del Danubio aparecía
en mis sueños retándome con orgullo a una pelea en sus zonas de pesca.
 Ellos vivían plácidamente en el VEDADO desde 1968, un tramo del Tormes de 6.500
 metros delimitado en su parte superior por  el Azud de Villagonzalo y terminaba en el
 Puente Viejo de Encinas de Abajo. (Carretera antigua de Madrid).
 Pero algunos huchos, en épocas de crecida, se salían de su tranquilo y seguro paraiso... 
 
 

PESCANDO A LO GRANDE 
Todo comenzó el 9 de Abril de 1980 en el Coto de Huerta,
entonces gestionado por la Sociedad de Cazadores y Pescadores de Salamanca
(un kilómetro aguas abajo del Vedado),
En aquella época, el hucho, por desconocido, no estaba bien legislado, y
 en el coto sus capturas se contabilizaban como truchas...
En esta imagen se pueden apreciar con más detalle la pesca de
aquella jornada. Cuatro huchos y tres truchas comunes. Casi
14 kilos de salmónidos. El cupo de capturas para los cotos
era de 10 salmónidos.

El Vedado del Hucho pasó a ser Coto de Pesca, creo que en 1980
y se denominó Villagonzalo.
El 21 de Mayo de 1981 mi hermano y yo preparamos la de "Dios es
Cristo" en el coto (ahora Villagonzalo II), con las capturas de un
hucho de 10 kilos, otro de 5 y alguno más que, en presencia del señor Evaristo,
guarda del coto, se soltaron al río.
Siempre exigí las Guías de Pertenencia de los Huchos capturados,
únicamente por intuición..., posteriormente, esas Guías me vinieron bien para
otros fines...
A pesar de ser un hombre desconfiado y serio, mi relación con el
señor Evaristo siempre fue correcta.
La captura del hucho de 10 kilos, tamaño desconocido hasta entonces,
coincidió con la entrega de trofeos a los subcampeones de España de Salmónidos,
como se aprecia en el artículo junto al de la captura. Y ese hucho, por cosas de la vida y sin encontrarme yo presente, es paseado sobre una puerta a hombros entre los elitistas asistentes al evento. Para que os voy a contar. Hubo comentarios para todos los gustos, eso sí, buenos, casi ninguno. ¿Pelusilla de pescador...?
Cuando hicimos esta increíble pesca, de cañas y carretes andábamos regular,
 pero de hilos... os aseguro que, después de lo que
conocemos y utilizamos en la actualidad, aquellos eran una porquería. Si querías tener
éxito, había que  utilizar a la perfección el freno del carrete.
La noticia, no se cómo, voló.  Días después,
me solicitaron una entrevista para CAZA Y PESCA, la revista más prestigiosa de
 tirada nacional del momento. Y comenzó una leyenda.
A pesar de que en Salamanca muchos aficionados, "por la excesiva publicidad
que hacía de los  huchos", decían,  me querían colgar de un pino..., sin embargo, lejos
 de mi ciudad, la admiración era manifiesta.
Historia de las capturas contada en El Adelanto, dirigido entonces por
don Enrique de Sena, el cual publicó siempre encantado mis escritos.
Notaba el reconocimiento de mucha gente y recibía muestras de admiración,
galardones y cartas de distintos puntos de España, como esta que os muestro de ABU, la
marca de los prestigiosos carretes que utilizaba, enviándome algunas cosillas...
Los sigo utilizando con éxito y mimando como siempre... 
Todo aquello me animó mucho más. Continué pescando de sol a sol mis
tres o cuatro días por semana haciendo buenas capturas, y depurando
  con mis propios éxitos y fracasos, la técnica imprescindible para engañar y
extraer del río grandes salmónidos.
En aquella hermosa época, admiraba a pescadores de renombre y gran calidad,
tales como José Lucio Mateos,  José Luis Quintela, Laureano Buezas,  Jesús Suarez,
Santiago Rivero y otros; incluyendo, por supuesto,
 a mi padre y a mi hermano a los que les debía todo y con los que pasé
los mejores años de mi vida.
Nunca me gustó pescar en días de fiesta.  En diario había más
tranquilidad y silencio, consiguiendo
truchas como la que muestran mis sobrinos Miryam y Alejandro.
Las fotos que me hacían los fotógrafos de la prensa eran muy
buenas. En aquellos días andaba yo haciendo fotos con una máquina de perra
gorda y con gran desconocimiento en fotografía. Ni mucho menos
 incluyo todas ellas en este Blog, sería excesivamente cansino.
 
Yo me encontraba feliz a pie de río sin preocuparme mucho
de los comentarios del personal. Había guardas y aficionados con los que tenía
muy buena relación y  admiraban mis capturas.
Algunas jornadas me sorprendía yo mismo. Como el día que pesqué en lo libre
entre El Chorrón y Galisancho (lo que es actualmente el Escenario
Deportivo) estas dos enormes truchas con mosca. Con Tricóptero para ser
exacto, ¡Manda huevos! Nunca me he considerado buen pescador
de mosca.
 
Los guardas de los cotos me comentaban "que algunos pescadores les volvían loca
la cabeza" con acusaciones que hacían de mis supuestos métodos ilegales de pesca.
Si señor, y eso que algunas capturas nunca se airearon
por parecerme exageradas...
En los años 80 no había ninguna dificultad de obtener permisos
para los cotos. Quizá, para algunos de nosotros, la principal fuera la económica.
Recuerdo la primera vez que me apunté al sorteo de cotos,
a finales de los 70, no llegábamos a 400 los solicitantes. En la actualidad
creo que superan las 8000. No sé si el Tormes tiene truchas para tantos...
¿Os imaginais al Viejo Pescador intentando conseguir, en la actualidad, un
coto por Internet o con el móvil...?  Hacen llorar.
 Siempre me sentí libre para ir y venir, para pescar o no, según mis limitaciones de tiempo
o económicas. Sin embargo respeté cuanto pude las normas establecidas.
No he podido evitar críticas hacia mi persona, pero nadie, ni los propios guardas, 
han tenido que ponerme nunca la cara colorada.
Con esta nueva pescata, la volvimos a preparar...
A la C.H. del Duero mis capturas le interesaban, al ICONA le interesaban, a la
 Prensa, le interesaban. A las tiendas de Artículos de Pesca, le interesaban..., yo no hice más
que dejarme querer. Entonces era joven, y el lucimiento y la popularidad, me gustaban.

Si, me gustaba, me divertía y, por distintas razones,
 a mi también me interesaban...
En cierta ocasión El Ingeniero Jefe de Montes me ofreció un puesto a su
lado, en el antiguo I.C.O.N.A., que yo no acepté...
Era curioso. El hucho me había hechizado de tal manera,
que había perdido interés por las preciosas truchas.
En esta jornada, por ejemplo, había capturado también una guapa
trucha común, y ni se menciona, ni aparece en las fotos de la prensa.
Llevaba un tiempo que me dedicaba exclusivamente a la pesca del
hucho, sin embargo, en algunas ocasiones, el señuelo ofrecido a
al salmón, era atacado por una hermosa trucha.
Bonito ejemplar de salmón joven.
Hay que entender que pescaba más de 200 días al año. Así durante
muchos años. Lógicamente conocía muy bien el río, los cotos,
los tramos libres, los caminos y conocía a los guardas y sus costumbres.
La pesca de estos salmónidos en el coto de Galisancho
es inolvidable... La única vez en mi vida que los guardas, enfadados
conmigo por razones estúpidas, llamaron a la Benemérita. Allí se me presentó
 una patrulla de la Guardia Civil para registrarme el coche. No hubo problema...
Los guardas, al verme por el río, siempre me preguntaban qué había pescado?
Y yo siempre contestaba lo mismo, "nada, no he pescado nada", pero aquel día sabían
que no era cierto...,  de ahí el malentendido.
Siempre se pescaba algo, en aquellos tiempos.
 
En fin, llegué a conocer y a distinguir muy bien aficionados de PESCADORES.
Mi padre "El Viejo Pescador", mi Hermano y un servidor.
Una familia de PESCADORES.
Este hucho lo fotografiamos junto a Los Dominicos.
Conocí  lugares emblemáticos y olvidados como este,
 junto al Molino de "La Flecha".
Este hucho filmado para Televisión Castilla y León,  me
causó problemas con la Administración, por mencionar en el reportaje que lo tenía
vendido y que me pagaban una pasta gansa por él... Me crucificaron los puristas. 
Me daba igual. Ellos no entendían que cada salmón que
pescaba, (que no eran pocos), tenía que limpiarlos, trocearlos, y gran parte, regalarlos.
Un curro. Me surgió la oportunidad y la aproveché. Ese, en particular, se lo zamparon
los ciclistas del Banesto en tiempos de Pedro Delgado y Miguel Indurain.
 
El visón gris me observa con más curiosidad que miedo.
Con distinta librea, como se puede observar...
...cada día, con más facilidad, pescaba truchas exageradas y preciosas.
Y enormes huchos. Aquí pesando uno con la romana del
señor Pepe Rodriguez, que en paz descanse.
Y su nieto Javier acariciando otro bien hermoso.
En la prensa con Anselmo Santos.
También con Anselmo y un salmón de
10 kilos, hicimos un bonito programa para T.V. SALAMANCA.
Que mi hermano pescaba un salmón de 5 kilos...
...parecía sentirme obligado a pescar uno más grande.
Que mi padre pescaba otro...
 
...pues yo, erre que erre.
Que Goyo pescaba un gran lucio en la desembocadura
del Alhándiga...
 
...Y con su hijo José Miguel, dos en el Puente de la Estrella (río Ésla).
 
Creía sentirme obligado a realizar alguna captura más espectacular.
En fin, así transcurría nuestra vida. Muy hermosa, vista desde mi
edad actual, y con cierto recelo, como la liebre encamada de la foto.
Diez y ocho años preciosos conviví con mi querido perro. Siempre juntos
y siempre en el campo o en el río. En la Naturaleza siempre.
VOX me entregó toda su fidelidad y mucho cariño.
Hacía tiempo que colaboraba con "CAZA Y PESCA", La Revista
más prestigiosa del sector.
 Pablo Checainforma de estas Historias en "LA GACETA".
Por no resultar cansado, únicamente muestro alguno de los
artículos de la Revista.
Portada de la Revista (ya desaparecida), donde muestro
 un gran hucho en la parte inferior derecha.
Y en el interior, el artículo con fotografía (hermosa foto) a doble página.
Guias de Procedencia de capturas de huchos.
Un salmón de 10 kilos, lógicamente, es igual a otro del mismo peso. Por tal razón,
con mis Guías demostraba la veracidad de las capturas y, además, por la numeración,
conseguía una estadística aproximada de los huchos que se pescaban legalmente.
 
Hacía tiempo que me había interesado por la Caza y Pesca fotográfica.
Y me regalaron un buen equipo para hacer mejores fotos.
Hubo semanas en que mis capturas se publicaron el sábado en
La Gaceta, el domingo en El Adelanto y, al día siguiente, en La Hoja del Lunes. 
Procuro mostrar lo mas interesante...
Durante 20 años utilicé un Todo terreno exclusivamente
para mis trabajos de campo (que se dice ahora):  Pesca, cangrejos, setas, berros, cardillos...
Esa era mi vida. La que aprendí del Viejo Pescador.
O para visitar parajes espectaculares como el Puente Mocho
sobre la Ribera del Cañedo.

 Alguna vez logré que mi mujer me acompañara en una jornada de pesca seria,
que a pesar del madrugón, eran experiencias que no olvidará jamás.

Y tuvimos oportunidad de disfrutar con bonitos acontecimientos.
Durante un año colaboré con el diario
TRIBUNA, en una Guía que editaba cada domingo.
En contadas ocasiones me alejaba de mi querido Tormes.
En la foto, pescando Bass en el Embalse de Almendra.
En el Azud de Villagonzalo, zona de poca pesca,
pero en alguna ocasión me proporcionó sorpresas agradables.
Como este hucho de 6 kilos.
Desde principio de los 80 hasta ahora,  cualquier pescador, con tesón, esfuerzo
o con suerte, tiene la posibilidad de clavar un hucho en cualquier zona
del Tormes comprendida entre Aldealengua y la Presa de Santa Teresa.
En el Azud de Villagonzalo también se pescan Carpas Royal, como la que muestra
 mi hermano, (con la Meseta de Carpio al fondo). Alguna trucha Arco Iris, 
 cuando se escapan (o las sueltan) de las tres piscifactorías existentes aguas arriba.
 Sin embargo, el tramo del Azud, creo que se debería gestionar mucho mejor.
Presa de Santa Teresa.
Hubo épocas que en las aguas de este embalse, situado en la zona más alta
del Tormes, a su paso por la provincia de Salamanca, se pescaron unas truchas raras y
jigantescas.
 
 
Extrañas y enormes truchas como esta (quizá la mayor que he pescado
en mi vida), existían hace años en las aguas del embalse.
O como esta bella trucha auténtica del Tormes, descolgada de aguas más
limpias y oxigenadas procedentes de la provincia de Ávila.
Algunas terminaban bien cocinadas en el horno de nuestra casa.
Mi sobrina Mari Ángeles muestra un salmón en  primera
página de El Adelanto. Un honor.  Cosas de don Enrique de Sena
entonces director del periódico,  tristemente desaparecido. Para mí, uno de los
salmantinos más ilustres del siglo XX.
 
 
Terminamos por no saber si las truchas que pescamos son autóctonas
o no, a pesar de que luzcan una bonita librea.
A principio de los 90,  el Tormes comienza a recibir un exagerado aumento
de contaminación con gran mortandad de peces y perjuicio  para la
 reproducción natural de  la fauna  autóctona.  Por esa misma época, invaden nuestro
 río especies foráneas, tales como el perca sol, lucio y cangrejo americano, con trágicas
consecuencias para las especies propias del río.
Durante esa época, Ángel y Pedro, operarios de la Potabilizadora de Salamanca,
extraen a diario del río gran cantidad de peces muertos.
Trucha pequeña, lucio grande.
Antes de oír hablar a nadie de lucios en el Tormes, pesqué dos el mismo
día en aguas del Azud de Villagonzalo. Se lo comento al
entonces Biólogo del ICONA, Tomás Díaz, y me confirma que han sacado otro muerto,
de 10 kilos, en las rejillas de desbaste de la toma de agua del Azud, lo que nos
 hace  suponer que la suelta incontrolada tuvo lugar en esa zona.
Pocos años mas tarde, cualquier día de pesca en el coto del hucho, se podían capturar
 un montón de lucios sin mucho esfuerzo. Los cotos actuaron como reservas
para el exocido, además de tranquilas y seguras Piscifactorías para su reproducción.

Artículo de Pablo Checa denunciando lo evidente.
La oscuridad no sólo se cierne sobre el Tormes. Todos los ríos o arroyos
 de la provincia, más pronto que tarde, les aguarda peor destino.
Denuncia que expongo ante la Guardia Civil de La Alberca sobre un terrible
vertido que me sorprendió pescando en el bellísimo Río Francia.
Artículo en el periódico  resaltando las consecuencias del vertido,
con una de las fotografías que tomé del atentando ecológico. 
No solo no se hizo nada, sino que quedé como un Gilipollas.
Si uno pesca una truchita de manera ilegal, te culpan de todos los
males del río.
 Sin embargo, si eres un personaje importante de La Alberca, por ejemplo,
y cometes una atrocidad como aquella, no importa, tienes derecho de pernada.

Enorme hucho capturado en el Coto de Galisancho y
fotografiado bajo el Puente de Fresno junto a Vox, fallecido
poco tiempo después.
Artículo de Anselmo Santos informando de la pesca
del primer hucho 0ficial de 1995.
Perdí a mi fiel y buen compañero, y por esas cosas de la vida,
 comencé a sacar a DANA, una perrita excelente de la vecina que, en aquella
época, no podía pasearla por cuestiones de salud.
Durante algunos años, junto a ella pesqué bonitas truchas.
Guapos lucios.
Alguna tenca hermosa.

DANA era una perrita obediente, noble y cariñosa. Y en el campo era
lista como un zorro.
 Una de las truchas Arco Iris más grandes que he pescado.
Estas truchas listas, gigantes y viejas se esconden en los legares más inaccesibles del río.



Con unos colegas de Valladolid, dos buenos huchos y el Guarda señor Aurelio.
 Algunos pescadores me llamaban desde distintos puntos del país
para acompañarles durante sus jornadas de pesca en los cotos del Tormes.
 
 
Con dos pescadores segovianos.
Guía de Pertenencia de hucho, expedidas por el guarda
señor Aurelio.
Pablo Checa, amante de este deporte,  publica todos los acontecimientos
 de pesca que rodean al río Tormes.
Con los Guardas Santi y el señor Aurelio (en la actualidad, jubilado), "tomando medidas"
 a un hucho pescado en su presencia, y expedir la Guía correspondiente.

Algunos pescadores elitistas me invitaban en ocasiones a pescar en
maravillosos ríos lejanos, pero pocas veces acepté.
Después de 10 años colaborando con CAZA Y PESCA, este artículo fue mi
último escrito para la entrañable revista.
Algunas de las capturas más destacables de esta última temporada
(2012), logradas en tramos cómodos del río por encontrarme recién operado de menisco.
Siempre me decía el Viejo Pescador: Hijo, a estas edades todo se vuelven charcos...
Hace años perdí interés por los salmones, para volver a mis principios:
Las Truchas Comunes del Tormes.
                  Esto es lo último que pescamos los aficionados salmantinos en el Tormes
                          el Lucio Perca. Mi primer ejemplar pescado en Mayo de 2013.

                  Ya no tengo las mismas facultades físicas de antes, pero tampoco quiero andar          .
                      mendigando un jodío coto en la caponera de la Administración.                  .


Este guapo visón americano nos mira con curiosidad. Hace poco era cautivo en una granja
 para la industria peletera. Ahora vive feliz en libertad junto al río Tormes. ¿Qué será
de él? ¿Qué será de nosotros? Malos tiempos corren para la lírica y para la pesca, amigos.

PESCANDO CON AMIGOS 
 
 
...hice buena amistad con uno de los pescadores
 más peculiares y controvertidos del Tormes: José Lucio Mateos,
Pepe El Pajarito. Junto a él se aprende casi todo de este deporte.
 

Pepe El Pajarito y el fantástico Eugenio, en un tramo libre de
la zona truchera del Tormes. 1913
Eugenio igual pesca Truchas que Lucios, Barbos o Bass
El pescador que me lo presentó me dijo: Este muchacho es un "máquina",
y es totalmente  Im-Presionante.

Pescando con "El Pato" en Almendra.
Eugenio con un Hucho fenomenal. 2013

.  
 

Manolo Torres, otro artista,  pescando Bass en Ceclavín (Cáceres), en la desembocadura
del Río Alagón al Tajo.
Berna Basas con su guapa hija y dos truchas fenomenales.
 
 
El famoso José Ignacio con una muy buena buena captura.
Con José Mari y una gran trucha pescada en el Coto
intensivo Villagonzalo I,  en los años 80.
Alfredo, Luis y José Mari, nos encontrábamos pescando con lancha
a lo que saliera en el Embalse de Almendra.
Con Pablo Álvarez y una trucha de las que no cave en el horno
 
 
Maxi Cascajo con dos buenos lucios  del Tormes.
 

Con F.F. no llegué a pescar... El Pescaba calidad y cantidad...
 
José L. Crego "El Trucha", en Gudino con una preciosa Carpa Común.
El Trucha y Marcelino Picado, en una graciosa foto con la trucha vieja.
Mi buen amigo Paco, con una "buena pieza". 
Antonio Santamaría y Emilio del Bar Miemi con un gran hucho.
Agustín con su primer hucho pescado por 1985.
Este año, 2012, nos volvimos a encontrar Agustín, José y su hijo, que
muestra una guapa trucha. No pescamos mucho, pero almorzamos estupendamente.
Jesús con una guapa trucha común. 
Salmón y Trucha pescados por Leandro Rivas en 1984.
Antonio y Tini en su bar, con un salmón de 14 kilos capturado por mi en 1996.
Tortuga  foránea. La gente las compra en los Acuarios
y cuando se cansan de ellas, las sueltan al Tormes...
Si he visto alguna persona pescar carpas con clase, elegancia
y delicadeza, ha sido a Luis.
Este es Marcos, buen pescador y mejor persona.
Miguel Calvo, recientemente fallecido, con el que pasé muy buenos
 momentos pescando.
 

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PESCANDO CON PEZQUEÑINES
Con Javi y Ángel, el día que se cayó al agua...
Con Marcos y Ángel, pescando Alburnos.
a cangrejos con Elisa y Alvaro.
También los pollos de cigüeña necesitan aprender.
Víctor, a pesar de ser muy pequeño, tiene mucho vicio con la pesca.
Un vicio sano y bello.
Y su primo Diego, que nos acompaña en ocasiones.
Con mis sobrinos Francis, Victor y Pablo.
Ellos son de Madrid y cualquier cosa les sorprende,
y más, tocar un cangrejo de río, ¡vivo!
 
Supongo que habituados al trato con el ser humano en las granjas,
 en un principio los visones eran muy mansos, con un poco de paciencia y cariño
 les daba de comer en la mano.

Que las personas mayores y los niños, en la actualidad, disfruten tanto de la pesca,
 es debido a la gran cantidad de Alburnos que atesora actualmente el río Tormes.
En otoño, cuando comienza el frío, los alburnos se concentran en puntos estratégicos
del río formando bancos con cientos de miles de ejmplares. Y en primavera,
 se distribuyen de nuevo por todo el Tormes.
 
Cuando estos bancos de Alburnos son localizados, la presión
diaria de los pescadores sobre ellos es axfisiante.
No hay más que observar  estas fotografías tomadas en nuestro río a su
paso por la capital salmantina. Y no es ningún concurso...
DANA y VOX  me hicieron mucha compañía en montes y ríos.

Jugando con Vox en los mismos lugares de pesca.
El perro nadaba como un pez.
Y YEHO, que me dejó mi sobrina Berta cuando se marchó de vacaciones.
Qué bien se adaptó al campo y lo mucho que disfrutó.
LA ÚLTIMA PARADA
Ya de noche, cansado de un duro día de pesca, cuando
regreso a casa, me esperan mi mujer con las amigas para hacernos
 un retrato todos juntos y felices.



F I N


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Chema y el GRUPO 96

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